PINOCHO, de Carlo Collodi
Gepetto, el viejo carpintero, deseaba que su última creación, PINOCHO, una bonita marioneta de madera, pudiera convertirse en un niño de verdad. El Hada Azul le concedería ese deseo, siempre y cuando su muñeco fuera generoso, obediente y sincero. Pepito Grillo le ayudaría en esa labor; él sería su conciencia.
Durante los días siguientes, camino al colegio, Pinocho se vió envuelto en una serie de azarozas aventuras que lo apartaron de su objetivo. Pero en el fondo Pinocho tenía un gran corazón, y con la ayuda de Pepito Grillo, se dió cuenta de todos sus errores.
Al fin Gepetto consigue su deseo mas anhelado, que Pinocho sea un niño de verdad, para lo cual debía portarse siempre bien, no ser desobediente y nunca más decir mentiras.